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domingo, 27 de diciembre de 2009

Quibdó y sus alrededores, En Tutunendo.



Enmarcado su paisaje por la exuberante selva tropical del pacifico, con soles, sombras, penumbras, arco iris, lloviznas, lluvias torrenciales, mariposas de colores, pájaros, micos, ardillas y hasta serpientes. En Tutunendo tu vuelves al edén del idílico cuento de la creación del mundo.


Uno de los sitios más concurridos en Tutunendo, es la famosa piedra del diablo, la cual al poseer una linea que la circunscribe toda por la mitad, dio origen a la leyenda mítica de que en la noche ésta se abre para dar salida al diablo. especialmente en semana santa, por eso se prohibía nadar en dicha época.
Una de las más agradables salidas desde Quibdó, los domingos, puentes y festivos: es la salida hacia Tutunendo, ese río de perlas que refresca las calurosas tardes quibdoseñas con sus frías y cristalinas aguas.


Tutunendo en una de las regiones más lluviosas del mundo, nos regala un agradable baño en sus frías y cristalinas aguas, con la tranquilidad y la discreción que solo tienen los lugares inhóspitos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

mis viajes: La Cultura Ciudadana

mis viajes: La Cultura Ciudadana


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La Casa Gardeliana



Medellín, Colombia — viernes, 20 de noviembre de 2009
Más en adentrarme en un sin numero de relatos sobre la capital antioqueña tales como: "la pujanza paísa", "la manchester de los andes", "metrallín" en referencia a su época violenta o "la tasita de plata" me dispuse a conocer un humilde lugar creado por la pasión de sus habitantes en referencia a un hecho que marcó la ciudad hace más de cincuenta años. La muerte en un accidente aéreo de la más grande vedette que la visitó: El franco_ Uruguayo_Argentino Carlos Gardel.
En éste lugar, una especie de bar casa de recuerdo en donde se presentas escenas de baile de esta compleja música porteña y en donde se reunen los bohemios y los melómanos amantes de éste ritmo, quienes desde cualquier lugar del mundo vienen a visitarla y a recordar a Gardel, me dispuse a conocer la casa gardeliana.
"medellín se conoce por la muerte de gardel" me decía el guia de la casa y es en este lugar ubicado en la calle 45 vía principal del barrio Manrique, puerta de entrada a la comuna nor oriental, zona de los más tristes acontecimientos que se presentaron en la ciudad en las décadas de los 80`s y 90`s, encontramos un sitio bien propio, cargado de identidad en ésa cambiante ciudad donde independientemente de las modas internacionales aun se conserva un hecho que la marcó para siempre.
La muerte de Gardel en un accidente aéreo, hecho que ha dado un sin numero de mitos y generado un sin numero de historias noveladas; pero que más se puede esperar de un personaje con una vida tan apasionante e interesante como "Carlitos", aquel de quien nunca se le supo su verdadera identidad, aquel que logró sintetizar el espíritu de arrabal con sus vocablos lunfardos, quien logró ser la estrella del ritmo más popular de principios de siglo, ese enredado ritmo bailado con una filigrana sin igual: síntesis de ritmos antagónicos venidos de diferentes lugares del mundo, como: el Candombe uruguayo, las habaneras, la polka, el vals; y además tocado por un extraño instrumento alemán poco conocido por estos lugar. El bandoneon.
Hoy los fanáticos y seguidores en una pequeña casita de una lejana calle (la 45), vía principal del populoso barrio de Manrique. Amenizada por la estatua de Gardel, se reunen a cantar ese "sentimiento triste que se baila".

El Legado de Salmona






Bogotá, Colombia — miércoles, 18 de noviembre de 2009
Hoy dia en bogotá podemos concluir que esta ciudad tiene la mano de Rogelio Salmona implicita en sus rincones, en sus obras construidas por él, en las influenciaas o en las imitadas. ésta dos "entidades" se han ido retro alimentando y pareciendose cada dia más entre si. Para Salmona, a diferencia de la opinión generalizada Bogotá era un bella ciudad con un clima primaveral y con una identidad especifica y definida. así logró sacarle los mejores provechos a dicha situación y lograr hacer una arquitectura propia pero a su vez cargada de las influencias que nos han generado como nación...la tradición arabe, la hispana, la precolombina y la popular.
De los arabes logró recuperar ese respeto por las corrientes de agua, engalanarnos con el sonido de las caidas de agua, los elementos recolectores de la misma y el disfrute del paisaje.
De la tradición hispana, que a su vez viene esta ya mezclada de una gran influencia arabe. colocó los patios como elementos organizadores y generadores de recuerdos y vivencias.
De la tradición precolombina fusionó los patios centrales españoles con los patios de acceso de las culturas incaicas y preincaicas (chan chan)..."acceder a una casa es entrar en la tierra y salir de ella es subir al cielo"...por eso sus obras fueron generalmente hundidas en el piso cambiando el común de que la construcción comienza en el suelo.
Y de la cultura popular, siempre trabajo la tradicción popular de "la pega de adobes", los ladrillos considerados hasta entonces como populares empezaron a conseguir un prestigio inigualable hasta hoy..ahora este se usa para diferenciar zocalos, frisos etc. y colocados en sus diferentes variables (calaos, con orificios, de colores menos intensos ) y aparejos.

La Cultura Ciudadana



Después de viajar muchas veces por estas dos ciudades colombianas, pensé que lo mejor era verla desde otro punto de vista, el que se ha estado desarrollando en los últimos tiempos...la cultura ciudadana. Los últimos gobernantes (alcaldes) de estas dos principales ciudades colombianas se han centrado en realizar lo que deben realizar los administradores consecuentes. la obra publica, dicha obra que además de mejorar el paisaje urbano, también dejan beneficios para los ciudadanos.

A Quito






Quito, Ecuador — lunes, 20 de abril de 2009
Al dar una vuelta por el vecino país advertí menos confrontación política, al menos en la parte visual que en las calles Venezolanas (no tanto en los periódicos), solo prevalecian los colores con que pintaban las casas; de un verde viche se hacía referencias para el apoyo al actual presidente Correa y las de amarillo a Lucio, el destituido presidente ahora de nuevo en campaña. pero todo dentro de una tolerante disputa. En las carretera solo resaltaba vallas de Primero Ecuador y luego del largo viajé de regreso a Quito y me alojé cerca al parque de la alameda en una zona tranquila rodeada de muchos hostales y habitaciones para viajeros llamada la mariscal, una especie de barrio teusaquillo bogotano desde donde proseguí a mi conquista del centro histórico en una larga caminata por la calle pichincha hasta la calle guayaquil y encontrarme en medio de ese patrimonio de la humanidad.
Fascinado por el continum urbano, las construcciones coloniales y las filigranas doradas de las iglesias como la Compañía y el Sagrario, observaba minuciosa mente como las indígenas retacaban por las ventas de sus artesanías y prendas tradicionales, las cuales dentro de los centros comerciales se valoran enormemente; posteriormente ingresar al palacio Arzobispal y de Carondelet, que es abierto al público, el de mi país no.
Seguí por la tarde hacia la zona del estadio iba en busca de la casa del hombre y visité también centros comerciales (iñaquito y quicentro) en donde disfruté tanto de las hamburguesas de Mac donalds y Burguer king como del arroz con menestras que tanto apetecen los ecuatorianos.
Creo que después de esta aventura, valió la pena las tantas vicisitudes de mi ingreso.

Espectacular Guayaquil





Corriendo logré alcanzar a mis compañeros en la terminal de quito, cosa que me volvió el alma al cuerpo despues de una larga travesia de 6 horas, de ahi seguimos inmediatamente hacia la costa. Ya a la madrugada nos detuvimos en Santo domingo a comer algo y allá notamos el cambió de clima y de paisaje que se conservaría hasta atravesar el puente del río guayas y entrar a guayaquil. Esta ciudad me llamó mucho la atención con una impresionante confortable y limpia Terminal, que parecía más un centro comercial de un barrio exclusivo; era como llegar a una especie de centro comercial con locales comerciales y un patio de comidas excelente, sin duda es una de las mejores terminales de america latina, si no la mejor. Frente al terminal verás un techado enorme color plata esta es la terminal rio Guayas de la metro vía, en donde se puede viajar por solo 25 centavos de dólar por todo Guayaquil, las cuales se intercambian pasajeros de una manera rápida al pasar los túneles del cerro del Carmen ya nos encontramos en el centro de Guayaquil.
Con amplísimas avenidas y unos malecones espectacularmente planeados, detalle a detalle como el 2000 la entrada principal del malecón 2000, conocida como la Rotonda y en el que se levanta el monumento a Bolívar y San Martin; y el de el salado; como también otros parques en buen estado como el de las iguanas, el Centenario, y el de Bolívar.
En nuestro paseo al malecón 2000 terminamos en las lomas de santa ana, al lado del barrio de las peñas, un agradable y pintoresco lugar en el cual mientras disfrutábamos una gigantesca cerveza observando los barcos transportar al los viajeros en un río que navegaba contra su corriente debido a la alta marea. Este barrio con sus escalinatas del cerro Santa Ana, al final de los 444 escalones esta una iglesia y el faro desde el cual se tiene una vista general de la ciudad.

Luego de recorrer la ciudad, sus centros comerciales, sus restaurantes y sus casetas en donde disfrutáramos el chupe, la fanezca, el corviche, la guatita, los bolones, las tortillas de verde, el ceviche hecho a la manera ecuatoriana y de recorrer una de sus playas más visitadas, llamadas igualmente playas que junto con Salinas son sus balnearios preferidos, emprendí viaje de regreso a Quito, a la capital política del ecuador que se disputa con guayaquil la sede de la principal ciudad financiera, económica y comercial del país.

Rumbo a Guayaquil







Guayaquil, Ecuador — lunes, 20 de abril de 2009
En medio de una tarde fría y nublada yo le pedí al ayudante que por favor alcanzara a mi bus que solo nos llevaba 15 o 20 minutos de ventaja, haciéndome a la idea de que lograríamos llegar a ellos y escuchando a los pasajeros hablando en su lengua en voz alta que me hacia recordar que estaba de extranjero en un país multiétnico que empezaba a valorar su diferencia. Luego de cinco horas de atravesar valles, ríos y montañas; empezamos a ingresar a Quito a eso de las 8 de la noche. Vi a una ciudad congestionada y con variadas avenidas, puentes y túneles, los cuales debimos atravesar para llegar a la Terminal de transporte, que a mi parecer parecía hecha sobre un desnivel o túnel con diferentes accesos sobre puentes, rampas, escaleras para llegar hasta el lugar de desembarco.
En ese momento estaban mis compañeros arribando a la terminal. “ahí acabaron de arribar”, me dijo el ayudante del conductor, yo le pregunté como los alcanzaba, lo cual me indicó por donde llegar más fácil.

El Ingreso A Ecuador


Tulcán, Ecuador — lunes, 20 de abril de 2009
“se ve que usted es un guerrero”, con esas palabras me despidió el taxista en Cali previniéndome de los peligros que me podrían suceder en el ecuador. Él había vivido allá y me advirtió de los posibles riesgos en el trayecto a dicho país; riesgos como: Asaltantes de caminos, la policía de carreteras que era muy estricta con los colombianos y los posibles peligros de la Terminal de quito,que se encuentra ubicada cerca de una zona de mucho cuidado, eso hacia que los viajeros en su mayoría se bajasen mucho antes de llegar a ella en la zona norte de la ciudad. Pero esa prevención, solo sirvió para cometer una imprudencia que por casi me cuesta el placer de este viaje, decidí hacerme con los dolares una caleta en la bota del pantalón por si llegaban los asaltantes, pues en ecuador muchas personas se montan al bus en la carretera y en esas pueden aprovechar los bandidos. Otro amigo a quien conocí me informó que lo mejor era viajar con poca plata y así evitar inconvenientes. Con la gran cantidad de datos que llevaba en la cabeza y muchos de ellos negativos me llevaron a dicho error que por suerte fue entendido por el guardia, luego de una minuciosa e incomoda requisa me dejó proseguir el viaje. Ya un poco desmotivado pues perdí mi bus a poco tiempo de haber accedido a nuestro vecino país y quedarme solo pues mis amigos de viaje siguieron su trayecto después de mi detención rumbo a Guayaquil a donde habíamos decidido ir directo sin parar en Quito.

La idea de Caracas


De la antigua ciudad colonial en donde nació Bolívar queda muy poco, la ciudad se fue modernizando en la medida que descubrían nuevos pozos petroleros y el país se enriquecía, solo quedan algunos edificios históricos en restauración tales como: la Iglesia de nuevo circo, la casa natal de Simón Bolívar y uno que otro edificio público, los demás están menguados en medio de tanta mole de concreto, es más me atrevería decir que el cuento del patrimonio acá en Caracas es considerado como un problema por sus habitantes quienes han construido y modificado en gran medida las edificaciones antiguas ante la escasez de espacio y el alto costo de los bienes inmobiliarios para suplir el déficit habitacional de la localidad.

La capital venezolana está dividida por la avenida Bolívar que la recorre claramente desde el parque de los caobos al este hasta la plaza O`leary al pie de la urbanización El Silencio; dicha avenida penetra en las entrañas de la ciudad por una cantidad de túneles bajo los famosos edificios de el Centro Bolívar y la plaza Venezuela; perpendicularmente a la avenida Bolívar recorre la ciudad la avenida Baralt, calle que atraviesa la capital desde el río Guaire hasta los cerros del parque el Ávila; dicha intersección de la Baralt con la avenida Urdaneta es conocida como Puente Allacuno ( el lugar en donde se enfrentaron opositores y gobiernistas para propiciar los unos e impedir los otros el famoso golpe de estado contra Chávez) .

Amplais avenidas rompieron la tranquilidad de la pequeña villa y con modernos e imponentes edificios Venezuela empezó a creer que dejaba el subdesarrollo, con flamantes edificaciones de vidrio y concreto a la vista se fueron reemplazando las antiguas construcciones coloniales y la trama tradicional de damero con que se había fundado la antigua cuna de Bolívar. Pero en medio de tanto túnel, puente y tanta obra moderna y suntuosa, Caracas respira aun el mismo espíritu latinoamericano y caribeño, que se respira en cualquier villorrio venezolano

Rumbo a Caracas




Continuamos nuestro viaje y mientras me dejé caer rendido del cansancio atravesamos los estados de Barinas, Portuguesa y Cojedes; y saliendo de éste último me agarró la mañana y empecé a disfrutar el paisaje Venezolano.Entramos en el estado de Valencia.
Estado que me pareció mucho más rico y desarrollado que los anteriores con una gran autopista de dos carriles, con grandes intercambios viales por doquier e inmensas fabricas; Fabricas de Colgate, Polar y muchas más desconocidas a mi entender, me atrevería decir de que Valencia es la ciudad más grande de Venezuela y a mi parecer inmensa más bien semejaba un parque de diversiones más que a una ciudad; Íbamos por una avenida tomábamos un puente y cambiábamos de dirección en una especie de viaje en montaña rusa, no se como harán los valencianos para desplazarse interiormente dentro de tamañas distancias, allí salirse de una vía principal para entrar a una local y regresar a la vía principal te puede costar horas de viaje. Por lo pronto se construye el metro de Valencia para integrar el transporte.
Alguna vez leí de que Venezuela fue construida a imagen y semejanza de los Estados Unidos, allí como en el medio este se vive para el carro y por el carro, hay estaciones de gasolinas por doquier a unos precios que envidiar y hasta en edificios públicos tienen su estación de servicio particular, pues las colas para abastecerse son extendidas en las horas pico.Al arribar al Terminal de Valencia otra gran curiosidad, con un estilo como suizo o alemán parece que reñía su diseño alpino con el calor del caribe; más adelante en Maracay vería otro Terminal con un diseño colonial. A mi parecer a los venezolanos no les interesa el diseño del edificio de expendio de boletos de sus terminales, más bien se preocupaban por la rápida circulación de los buses en la zona de descargue.


Barinas, Venezuela — miércoles, 21 de enero de 2009
Ya en el trayecto de Barinas a Caracas la vía es más amplia, recta y plana y el viaje se hace mucho más placentero, rato despues de haber dejado la guardia atrás, nos detuvimos para comer en un parador y al buscar que comer me di cuenta de que coincidencialmente por lo de la revolución o por algún extraño motivo en Venezuela la Coca Cola era una bebida casi extraña en dicho país, de las gaseosas ( refrescos para ellos ) a degustar la única conocido era la Pepsi, las demás muy extrañas para mi gusto y conocimiento en sabores nombres y colores.
Me acordaba de García Márquez cuando al viajar por los países socialistas no veía letreros de Coca Cola, en Venezuela es igual; Tiempo después al estar en Caracas descubrí que hasta uno de los mayores edificios de dicha ciudad remataba en un logo de la Pepsi cola y la razón por la que ésta se bebía mucho más que la Coca Cola era que era embasada por las industrias Polar, la principal empresa cervecera de ese país.
En el parador vi como la mayoría de los pasajeros degustaban con gran ansiedad una arepa con algo verde; era la famosa “reina pepiada”, los venezolanos todo lo mezclan con arepa, la arepa es la comida del venezolano y ellos la disfrutan con chicharrón, aguacate, huevo, queso y un sin fin de mezclas con los que generalmente desayunan o cenan y con ellas se acompañan desde los obreros, los estudiantes hasta personas de mejor nivel económico.

viajando por venezuela


En valencia

Valencia, Venezuela — miércoles, 21 de enero de 2009
Al proseguir nuestro viaje por la inmensa autopista y en medio de los muchos letreros políticos de todas las especies y gustos que abundan por las carreteras venezolanas en su cercanía a Caracas:
“con Chávez todos podemos”, otros con el “no pasarán” o el simple “si” o “no” refiriéndose a la primera derrota del muy amado por unos y odiado por otros Hugo Rafael Chávez Frías.
Se veian en el trayecto imágenes del Che Ernesto Guevara, grafitos rojos con las siglas PSUV y muchas expresiones desconocidas para mi de Simón Bolívar que eran más importantes y resaltantes en Venezuela que las vallas comerciales que inundan las entradas de nuestras principales ciudades colombianas; atravesé algo que me emocionó, y fue pasar a pesar de lo rápido por el monumento en donde se efectuó la batalla de Carabobo; mi segundo hito independentista conocido después del puente de Boyacá.
Entrando a Caracas te encuentras con extensos túneles, viaductos y la topografía empieza a variar; del inmenso llano a un terreno escarpado que posterior a él forma el estrecho valle del guaire en donde se encuentra el distrito capital, centro político, administrativo y cultural de Venezuela.
Caracas como buena ciudad latinoamericana está estratificada por su orientación geográfica, y a diferencia de Bogotá en donde lo mejor está en el norte, acá se encuentra en el este y lo peor (el sur bogotano) al oeste.
Caracas particularmente está dividida por tres estados federales: Miranda, Vargas y el distrito capital y estos a su vez se subdividen en varios municipios: el municipio de Libertador que es la sede del palacio de Mira flores (casa del presidente), Sucre, Chacao, Baruta y el Hatillo estos últimos al este en las zonas de más valor de la tierra.

viajando hacia venezuela


El ingreso

San Antonio del Táchira, Venezuela — miércoles, 21 de enero de 2009
Al salir rumbo a Caracas los trancones o mejor dicho las colas eran interminables y un trayecto desde San Antonio hasta San Cristóbal que debía demorarse una hora, duró más de cuatro.
Las vías en el Táchira a diferencia del interior de Venezuela son estrechas y con demasiadas curvas y en el continuo sonso neo de mi itinerario quedé dormido hasta ser despertado por la guardia (así llaman al ejercito en Venezuela) todos ellos usando boinas de un color rojo desteñido o más bien parecidas al fucsia son los encargados de controlar las entradas del vecino país; me sentí como en esas película europea cuando se atravesaba la antigua cortina de hierro en ferrocarril a la altura de alguna frontera polaca o checa y el ejercito entraba a revisar los pasaportes._ en Colombia no se pide papeles nunca_ me había dicho el conductor del colectivo cuando ingresábamos a éste país, aquí en Venezuela eran un poco mas celosos con su patria y general mente hasta Caracas se debe pasar mínimo tres retenes, el primero era llamado Peracál. Particularmente en el viaje, la mayoría de los pasajeros son colombianos, pero todos a excepción de unos pocos como yo, tienen cedula venezolana y son tratados amablemente, pero aquellos que llevamos pasaporte colombiano nos miran con recelo y tratan de indagar más acerca del motivo del viaje pero al no descubrir nada anómalo nos dejaron continuar con nuestro viaje.

jueves, 3 de diciembre de 2009

un colombiano en venezuela



Ya en Caracas

Caracas, Venezuela — miércoles, 21 de enero de 2009
La entrada a la ciudad se hace por la bajada de Tazón y se descienda hasta el sector conocido como el Valle, en donde a mano derecha está fuerte Tiuna, un puesto del ejercito en la zona militar. En este lugar el pueblo se tomó para pedir el pronto regreso de Chávez (así llaman familiar mente a su presidente quien en el año 2002 recibió un golpe de estado por la oposición cuarta republicana).

Más adelante empiezan a aparecer grandes conjuntos residencia les, general mente paralelepípedos despintados, de diseño racionalista más bien corbuseriano y llenos de ropa colgadas por las ventana y en la parte superior de los cerros los famosos “barrios” como llaman ellos a los sectores marginados.

Los venezolanos llaman urbanizaciones a la zona central y baja de su ciudad y barrios los sectores populares construidos espontáneamente en las laderas de las montañas.

Esto hace evidente la existencia de esa sociedad excluyente que desde la última década del siglo XX se estalló y ahora busca en la revolución bolivariana la respuesta a sus interrogantes.

Mi primera experiencia con Caracas fue poco después de desembarcar del bus, al buscar transporte me di cuenta de que los taxis eran pintados de blanco y no tenían taxímetro ni nada que regulara el valor de pasaje, allí se debe conversar con el conductor y una distancia corta puede costar te mucho dinero o no dependiendo del anticipado acuerdo entre las parte, tal vez el único problema para el conductor sería de que las vías adyacentes al lugar a dirigirse estén trancadas como ocurrió en mi viaje de semana santa y deba buscar otras alternativas para llegar al lugar indicado.

Desde la urbanización Prado de María lugar sede de la empresa de transporte Expreso Occidente que me condujo de San Antonio hasta Caracas en un trayecto de catorce horas me dirigí hacia mi nueva residencia y desde ahí empezaba a disfrutar del encanto urbano de una ciudad que a mi juicio parecía una mezcla de Río de Janeiro y la Habana, con sus edificios despintados, sus favelas sobre las montañas, unos que otro raponero corriendo y esquivando perseguidores en medio de gritos de auxilio, un calor tropical y la queja continua del “hasta donde hemos caído”.